Era el pueblo cabecera municipal de Aneto, Estet y Forcat hasta el año 1970, cuando se fusionó con Montanuy y Castanesa, formando el actual municipio de Montanuy.
Es una localidad muy dañada por la riada del 3 de agosto de 1963. Una fuerte tormenta arrasó con casi todo el pueblo, lo que obligó a la emigración de sus habitantes. Actualmente frente a la localidad podemos observar los sedimentos que se depositaron en el fondo del valle tras la inundación, zona conocida como el Arenal de Bono.
Cuenta con una iglesia parroquial recientemente restaurada, en honor a San Pedro. Sus fiestas también son en honor a San Pedro el 29 de junio.
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